La internet está plagada de información, en su mayoría tergiversada y otro tanto falsa. Pero en ese mar de información hay gotas de verdadera sabiduría, si, gotas de conocimiento verdadero que espera ser descubierto por quienes, de manera afanosa, buscan respuestas a las dudas creadas por la información recibida a edades tempranas por parte de sus padres y mentores. Es esta base, la cual no es recibida por casualidad, la que crea barreras y complica el hecho de, que las gotas permeen con facilidad, pero, aun así, lo hacen.

Nuestros juicios nacen en la información grabada en nuestra mente a edades tempranas.

Por otra parte, nuestros egos, en su afán de protección, nos alejan de lo que es verdaderamente bueno y real, a través del pensamiento, nos mantienen dentro de una burbuja de confort en la que, no hace falta pensar, solo ir en automático, de un problema hacia otros, muchas veces hacia el mismo problema con rostros diferentes. Un área de confort en la que la vida se vuelve monótona y cansina, sin muchas expectativas.

Nuestra visión parece ampliarse, únicamente cuando nos hartamos de esa vida. A algunos les ocurre más temprano que a otros.

Entonces, ¿Necesitamos caer en desgracia para poder ampliar nuestra visión sobre el mundo? Pues para la mayoría esto parece ser cierto, ya que es en ese preciso instante, cuando tenemos la fuerza suficiente para romper las barreras de nuestras creencias personales y superar a nuestros egos, en ese momento, habremos ganado nuestra primera batalla sobre los egos.

Una vez ganamos esa primera batalla, los juicios parecen desaparecer por un instante de tiempo. El necesario para aprender algo nuevo.

No es posible aprender nada nuevo si no estamos dispuestos a aceptar que “No sabemos” lo suficiente, que en realidad no sabemos nada. Mientras eso no ocurra, permaneceremos en la oscuridad de las creencias y seremos víctimas del pensamiento mágico.

La invitación de hoy: No esperes a estar en una crisis personal para abrir tu mente, eso no es necesario. Disponte a aprender superando tus propias creencias.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias