
Se me hizo común con el tiempo creer que las emociones vivían en el corazón, esto se debe a que asociamos al corazón con el amor de pareja y el enamoramiento, más que con el verdadero amor, el que nos dio la vida y el que nos mantiene avanzando, muchas veces a pesar nuestro empeño en querer llevar a cabo nuestros planes por encima de los de Dios.
Las emociones son los juguetes del ego y se desarrollan en mi mente, donde estos, crean los pensamientos que desatan las emociones en mí.
La invitación de hoy: Haz el ejercicio de acallar tus pensamientos y luego las emociones, solo en ese silencio serás capaz de escuchar a tu corazón, la vía de comunicación favorita de Dios.
Todo lo mejor para ti.-