
A parte de sentir la certeza en el plan que sigo, al estar conectado con mi esencia y lo más vacío de emociones que es posible en este nivel de consciencia, puedo apreciar como el universo comienza a conspirar para que todo fluya en armonía hacía la meta, es decir, puedo ser espectador de mi propia vida fluyendo hacia el logro.
Dios nos invita a actuar para acompañarnos a lo largo del proceso de transformación implícito en la creación de nuestros sueños.
La invitación de hoy: Si no sabes por dónde comenzar a construir tus sueños, incluso si no sabes que sueño deseas construir, siéntate y empieza por el principio. Escribe, dibuja, trae a la realidad ese sueño que tienes en mente. Ahora ya tienes materia prima, comienza a trabajar y él, Dios/Universo, se moverá a tu favor.
Todo lo mejor para ti.-