
Primero las sueñas y luego las haces (bueno, así debería ser), en ese estricto orden aparecen las cosas que queremos, aunque no siempre se hagan realidad. Podemos pedir, que no está mal para un primer paso, pero luego es menester actuar en consecuencia, bien es sabido que puedo querer ganar la lotería y de seguro Dios estará más que dispuesto a que esto suceda, pero irremediablemente Sigue leyendo
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