
Bien es conocido por muchas personas que la vida está hecha de detalles, de pequeñas cosas que completan las grandes obras, no solo humanas, sino de la naturaleza, el cosmos y todo el universo. Pudiéramos ir a niveles microscópicos hasta alcanzar a los átomos y soñar con llegar a los niveles de quarks, partones y cuerdas, aun así no comprenderíamos que tan pequeños son los elementos que lo componen todo. Son solo detalles.
Regresando al mundo más palpable y visible, los detalles que van hilando nuestras vidas son las acciones, no importa cuán pequeñas creamos que sean, todas, sin excepción afectan nuestro entorno, algunas veces de manera perceptible y otras de manera impredecible al punto de que una acción pequeña de hoy logra tener un impacto visible luego de muchos años.
En el día a día, los detalles se nos escapan a borbotones, las oportunidades de servir; dar amor; acompañar; comprender; callar; estos y más se nos pierden en el agitado andar por el día de nuestras vidas. El dinero; el jefe; el trabajo; lo casa; las cuentas; el auto, son solo algunos de los distractores que nos alejan de nuestra sagrada misión de servir a los demás y al mismo tiempo, oportunidades para servir con detalles como:

- Sostener la puerta a otros sin importar cuan apurados estemos o que nos tomen de porteros.
- Sonreír abundantemente y sin reservas, sin miedo a quedar mal o que piensen algo equivocado.
- Acompañar en silencio a alguien con problemas.
- Escuchar el doble de lo que hablamos. Recuerda que tienes 2 orejas y una sola boca.
- Ceder el paso sin importar cuanto tiempo llevemos esperando.
- Mostrar entusiasmo a pesar de las circunstancias. Recuerda, estar entusiasmado significa tener a Dios por dentro y esto no depende del momento, es una decisión.
No se trata de abandonarnos a nosotros mismos, pero más valioso se vuelve nuestro paso por esta vida en la medida en que dedicamos tiempo y energías de manera desinteresada a los demás y para poder prestar atención a estos pequeños detallas es menester que hayamos crecido como seres humanos hasta superar la barrera que impone el EGO.
Todo lo mejor para ti.-
Como alguien dijo «cuidando las pequeñas cosas, las grandes se cuidan solas». Gran abrazo Bilkin!