Cada vez que tomamos una decisión con respecto a algún evento inesperado, hacemos una apuesta a que las cosas saldrán como deseamos, ya que no tenemos manera de predecir el resultado. Entonces nos aferramos a nuestra “suerte”, hacemos apuestas donde tenemos unas probabilidades muy altas de perder, pero al mismo tiempo unas regularmente altas de ganar. Al final, 50-50 es lo que nos da algo de seguridad para apostar sobre lo inesperado.

Al apostar a un resultado tenemos un margen de probabilidad muy amplio para “perder” algo en el proceso. En cambio, si tenemos FE, las probabilidades de ganar son absolutas, pues así obtengamos algo diferente a lo esperado, ganaremos en experiencia, sabiduría, alegría, servicio y amor. También ganaremos confianza y en definitiva nos conectamos con la fuente universal, Dios mismo. Algunos datos para que tu apuesta sea a ganador:

• Determina tus valores, eso que es verdaderamente importante para ti, halla entre 5 y 7 de ellos y priorízalos. El priorizarlos te dará una mejor pista para tomar decisiones acertadas para ti.
• Desarrolla tu enunciado de misión personal, así siempre tendrás una guía para tus acciones.
• Actúa con integridad, que lo que esté escrito como tus valores y misión sea lo que verdaderamente piensas, hablas y actúas.
• Imprime la fuerza de tu intención a cada decisión que tomas. Entiende los motivos por los que tomas un camino.
• Ten Fe absoluta en que el resultado será irremediablemente favorable para ti.

Tus valores determinarán, como una brújula, el camino que has de tomar en cada encrucijada. Coloca a Dios entre estos valores, preferiblemente de primero recuerda que él es el magnetismo en sí  y es el mejor guía que puedas tener.

Todo lo mejor para ti.-