
Lo primero que aprendí sobre este tema es que, los hábito no se cambian de un día para otro, tampoco desaparecen, esto se substituyen por unos nuevos. Lo que me tomó más tiempo al hacer el paso a paso fue, identificar las recompensas o satisfacciones que me hacían sentir los “malos” hábitos, pero una vez hecho, el camino fue un poco más sencillo.
El reemplazo de hábitos requiere de: La decisión de cambiar, acción y disciplina.
Una vez que identificas el antojo es vital que identifiques el disparador, que es eso que detona el antojo. Si el caso es ganas de comer un dulce, entonces
- Substituye el dulce por un café o bebida, si no funciona.
- Cambia el dulce por una caminata, si no funciona,
- Sigue intentando hasta que encuentres algo nuevo que satisfaga la urgencia.
La invitación de hoy: Dedica tiempo del día a hacer ensayos, no te apures, ten paciencia contigo, reemplaza hábitos te puede tomar tanto tiempo como el que te tomó crear los que ya no quieres. Recuerda disciplina. Mañana, un complemento para cerrar la idea sobre el cambio de hábitos.
Todo lo mejor para ti.-