Pensar que los maestros espirituales son aquellos quienes nos brindan información teórica

Para nosotros es fácil pensar que, quienes nos enseñan algún tipo de información desconocida para nosotros (al menos hasta ese momento), han superado todos los retos en sus vidas y que, son superiores o más aventajados que el resto. Puede que así sea en algunos contados casos, en otros, simplemente no lo es. No hay correlación entre la superioridad de alguien y el hecho que posea información determinada. Ya comentábamos en un artículo anterior sobre la idealización de las personas, esta, corresponde al terreno del ego.

Un verdadero maestro espiritual es aquel que nos reta.

En esta vida suelen venir en forma de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas entre una gran variedad de personajes. Son aquellos que nos hacen la vida un poco más compleja (o divertida según lo veas). Son Ellos quienes verdaderamente nos muestran el camino a través de las lecciones que nos corresponde aprender. Si es posible hacer algún tipo de comparación, pudiéramos decir que, los líderes o guías espirituales y/o religiosos, son como libros que nos brindan información; por su parte, quienes que nos hacen la vida un poco más compleja (o divertida), son los maestros que nos dan la oportunidad de toman el examen para que podamos avanzar en nuestro camino de consciencia.

Hay una ley universal que dice que, todo lo que nos incomoda, complica, enreda y adicionalmente, aquello que llegamos a odiar, lo atraemos (o sea, se nos pega). Esto ocurrirá hasta que aprendemos a amar la situación.

Las religiones alrededor del mundo se fundamentan en un principio de enseñanza, todas predican, principalmente que Dios es Amor y que vivir bajo este principio Dios significa expresar Amor a los demás. A pesar de ello, hay personas que de manera persistente participan en misas y rituales en sus respectivas iglesias y templos, así como en escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego regresan a casa y caen en confrontaciones con familiares, incurren en la crítica a sus vecinos, se enfrascan en relaciones de conflicto con sus jefes o compañeros de trabajo, incluso llegando a odiar a políticos, animales, a individuos de otras razas o culturas, en fin. Estas personas tienen trabajo por hacer, no se han dado cuenta de la lección que tienen que aprender. Esto, hará que se enfrenten una y otra vez con la misma situación o persona hasta que aprendan a mostrar amor.

Es así como, en ese preciso instante, el problema o persona se convierten en nuestros maestros espirituales.

La invitación de hoy: Sabiendo esto, estás en capacidad de identificar a tus maestros, no para evitarlos o alejarlos, porque esto sería inútil, volverán ellos mismos o forma de otras personas, sino para que aprendas a agradecerles y amarlos, en definitiva, para que aprendas la lección.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias

QAnon