Los niveles de exigencia personales varían en cada uno de nosotros, dependen principalmente de nuestros gustos y aficiones.

Según el refranero popular, “la perfección no existe, nadie es perfecto” – ¿O si?. Solemos decir que las situaciones son perfectas como ocurren, de ser así, entonces los protagonistas de cada una de las situaciones son perfectos tal y como son. ¿No te parece?
Si, somos perfectos ya que estamos hechos a imagen y semejanza de la perfección en sí misma (Dios), ahora bien, que está imagen no haga combinación con lo que nosotros “pensamos” que es perfecto, eso es otro tema. No vinimos a esta vida para ser perfectos, pues ya lo somos, estamos aquí para dar lo mejor de nosotros mismos y ese límite siempre se puede superar.
Todo lo mejor para ti.-
[…] hechos a imagen y semejanza de Dios, es decir somos perfectos, así que nos toca corresponderle cuidando su obra y haciendo lo posible por mejorarla a […]