Son esas pequeñas incomodidades que surgen cuando algo no funciona como nosotros deseamos o queremos. Cuando las cosas salen mal y se arruinan nuestros planes inmediatos. Lo peor es que la mayoría de las veces esta desavenencia es nuestra propia responsabilidad.

La situación suele agravarse cuando alguien cercano o no, te hace recordar que estás equivocado en la manera en cómo has manejado la situación, pronunciando, algunas veces la frase “Te lo dije”. Es importante entender algo
- Si nos molestamos es porque sabemos que no tenemos la razón.
- El tamaño de la molestia, solo nos incomoda a nosotros mismos.
- El que nos pongamos bravos debe ser canalizado hacia uno mismo, no hacia los demás.
- Respira y asume, eso te llevará al aprendizaje.
Todo lo mejor para ti.-