
Todo el día estamos haciendo alguna cosa, bien sea para nosotros mismos o para alguien más. Desde atender a nuestros hijos, lo cual es un servicio muy especial, hasta atender regularmente a nuestro trabajo, tiempo durante el cual ocurren muchos eventos, pues interactuamos con infinidad de situaciones y personas.
Es aqui donde tenemos el poder de hacer cambios importantes en nuestras vidas y al mismo tiempo afectar a los demás. Lo haremos de manera positiva aun cuando nuestras acciones sean calificadas como «no tan buenas». Lo importante es mantenerse activos en el servicio, haciéndolo de la mejor manera posible desde el principio.
Si vas a hacer algo, hazlo lo mejor que puedas sin estar pendiente del resultado. Solo manten tu enfoque en el momento presente.

De esta manera, al no querer controlar lo que quieres dar, estarás dando justamente lo que la otra persona necesita. Si es una respuesta, dala de la mejor manera; si es un favor, esmérate por hacerlo con prontitud y diligencia; una carta; levantar algo del piso; incluso sostener la puerta a alguien que viene apurado, merece toda la atención que podamos brindarle en ese momento.
Nunca se sabe a quién se sirve, así que mejor lo hacemos bien, sabiendo que habrá una recompensa más adelante alineada con nuestros más profundos deseos, Déjale a Dios el balance. La invitación de hoy: Sirve con amor.
Todo lo mejor para ti.-
DE ESTA CABULLA TENEMOS UN ROLLO … JEJEJE PREGUNTALE A TU PADRINO QUE EL TIENE UN CUENTO BUENO DE UNO NUNCA SABE A QUIEN SIRVE … BENDICIONES