
Esta es una frase que pocas veces expresamos y cuando lo hacemos, esta tiene una carga fuerte de inseguridad. La verdad es que como personas nunca estamos listos para los retos que afrontamos, bien sean fortuitos o propiciados por nuestro deseo de avanzar.
Necesito comprender que nunca estoy listo para superar el reto al enfrentarlo por primera vez y también saber que a pesar de esto, cuento con los recursos necesarios para salir adelante.
Cuando siento que no cuento con la experiencia o fortaleza requerida para superar una situación, accedo a mi sabiduría interior para reponerme de los reveses que se generan en los varios intentos de superar el reto, solo así avanzo hacia el siguiente con más experiencia y fortalecido emocionalmente.
La invitación de hoy: Identifica ese reto que te invita a renunciar o al cual ya renunciaste por no sentirte preparado y en lugar de considerarlo un fracaso, toma el revés como un desvió para fortalecerte y replantear tu estrategia. No renuncies a tu sueño, toma los aprendizajes y continúa avanzando.
Todo lo mejor para ti.-