Ya tengo el plan y los aliados que me apoyan de palabra y energía, seres que desean tanto como yo que mi plan culmine con éxito, lo que resta es buscar al mejor aliado de todos, el que nunca falla y siempre desea lo mejor para mi, ese que me ofrece lo que necesito antes de lo que quiero para fortalecerme. Dios, el amor infinito que hace presencia en mí cuando hago lo que es menester hacer llenándome de energía e iluminando mi aura para que, a través de mis acciones, el plan beneficie a la mayor cantidad de seres que sea posible.

En oración comparto mi plan con Dios, lo ofrezco para su gloria y el bien mayor.

La invitación de hoy: Haz una última meta, la más retadora de todas, crear el hábito de conversar con Dios sobre tus resultados, practica la paciencia y la fe que has venido desarrollando desde que iniciamos estas acciones conscientes. Recuerda: “Todo lo puedo en aquél que me fortalece” – Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 4,13

Todo lo mejor para ti.-