
Con el tiempo me he dado cuenta que las grande obras no se han hecho en un solo momento, toman tiempo, no solo porque haya que trabajar para producirlas o crearlas, necesitan planificación y revisiones constantes para convertirse en una verdadera obra maestra. Cada revisión trae consigo la carga de la experiencia y una alta dosis de observación intima que invita a la perfección.
Al escuchar, leer o revisar tus pensamientos, te das la oportunidad de mejorarlos, de ahí que logres una comunicación asertiva y libre del ruido de las emociones nocivas.
La invitación de hoy: Como continuación del ejercicio del día de ayer, el de escribir, te invito a releer tus palabras, si no te agrada escribir, graba una nota de voz y escúchala, luego evalúa si el contenido de tus palabras sería algo que te agradaría escuchar o leer de alguien más, recuerda la regla de oro: «No hagas a otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti». De esta manera creas espacios para mejorarte y avanzar en comprensión y amor hacia los demás.
Todo lo mejor para ti.-