
Muchos terapeutas, tradicionales o alternativos, recomiendan la escritura como una manera de vaciar las emociones y como consecuencia, traer serenidad en los pensamientos generadores de emoción. Mientras escribo mi cerebro se centra en la acción de trazar las palabras y combinarlas con las ideas que expresan lo que siento. En la medida que voy plasmando los pensamientos y emociones, el papel se convierte en una suerte de receptor de la carga que suelto y por ende, en mi liberador.
Al ser un acto íntimo, la escritura me permite expresar lo que siento con sinceridad, eso es liberador.
La invitación de hoy: Puede que sepas que tema te tiene en angustia, también que lo desconozcas, de cualquier manera, si algo te perturba, toma papel y lápiz, descríbelo en palabras o dibujos, usa la música para inspirar si lo auditivo te ayuda, de pié o escribiendo una línea y das una vuelta a la mesa. No importa cómo, pero escribe y cuéntame tu experiencia.
Todo lo mejor para ti.-
la escritura además es como una droga que te crea una deliciosa adicción.
Saludos.
Vaya que si tienes razón. El día que no publico hasta culpable me siento… jajajaja…
Dios te bendiga.