
Existen, están por todas partes, nos rodean y aun así no los vemos, a ratos los escuchamos y muy de vez en cuando los sentimos. Pero si, ahí están por todas partes, no son fantasmas aunque a veces se comportan como tal. Gritan pero no los escuchamos, empujan, mueven cosas de lugar y es entonces, cuando al afectar nuestro entorno, sospechamos de su presencia.
No se trata de fantasmas Sigue leyendo
Debe estar conectado para enviar un comentario.