
Irremediablemente las máscaras que nos ponemos se caen, bien porque pesan demasiado y no es posible continuar con ellas o porque simplemente se desgastan y nos damos cuenta que ya no son necesarias. Esto es muy bueno, porque aparentemente no tendríamos que hacer nada, pero en realidad es todo lo contrario. Sigue leyendo
Debe estar conectado para enviar un comentario.