
Hace un par de días te invité a practicar paciencia. Vaya que es una de esas virtudes que por mucho que tengamos pareciera nunca ser suficiente. Seguro que has tenido al menos un día en el que habrás pronunciado palabras como: “Señor dame paciencia”. Causa Sigue leyendo
Debe estar conectado para enviar un comentario.