
Seguramente has escuchado la frase, “Una cosa llevó a la otra y así…” cuando alguien comenta sobre las casualidades de algún evento en que se vio involucrado por mera “suerte”. Como ya hemos comentado, la suerte es estar preparados cuando la oportunidad aparece y para ello hay que estar listos como sea necesario para poder atender el llamado de la “fortuna” por nombrarle de alguna manera. Pero el tema va mucho más allá. Atribuimos algunas casualidades a la suerte porque simplemente no creemos que seamos capaces de generar la realidad que deseamos, nos cansamos rápidamente, nos rendimos ante las vicisitudes que se presentan en el camino apartándonos de la realidad que tenemos a escasos metros, días o cualquier otra unidad de medida que aplique para el caso. Las casualidades no existen, y aunque sea duro de admitir, la “suerte” (mala o buena), también entra en esa lista.

Cuando nos corresponde tomar una decisión, vale destacar que esto ocurre a diario, nos cuesta porque ver las conexiones entre los eventos es tan difícil como ver un bosque mientras se camina entre los árboles. Y mientras más indecisos nos sentimos, pudiéramos pensar que es porque estamos estacionados justo frente al tronco de un enorme árbol que nos impide ver más allá. Para entender lo que ocurre en nuestro alrededor no podemos ver la vida como usualmente lo hacemos.
- Es importante hacer un espacio para evaluar las distintas opciones, a veces habrá que evaluar menos que en otras, pero siempre es importante ponderar las posibilidades.
- Ponerse los zapatos de nuestros interlocutores; contra parte; asociados; parientes; pareja, etc… nos da una mejor perspectiva de la situación para mirar las conexiones que se generan en el proceso.

- Dejarse fluir por los acontecimientos en lugar de querer controlarlos. Esto es por largo lo más complicado de hacer. Es seguir la intuición del corazón en lugar del miedo de la razón.
- Evitar el juicio hacia personas; acciones o hechos. Esto sí que impide la visión.
- Saber que por adversa que parezca una situación, las cosas siempre son para nuestro mayor beneficio. Ten un poco de Fe y verás como la suerte comienza a aparecer en tu vida.
Para poder comprender la conexiones es importante dejar de ser el protagonista y convertirnos en los espectadores de nuestras vidas, solo así podremos dirigirla de una manera más sabia y con mayor visión de futuro.
Todo lo mejor para ti.-