
He vivido situaciones que me conectan con la dispersión y la oscuridad, dificultades que no me permiten ver la luz que hay en ella porque desatan a los egos con su emocionalidad que logra sacarme de centro y andar sin perspectiva, enfoque, concentración y ganas de avanzar, sin embargo, a pesar de que es la emoción lo que muchas veces nos impulsa al logro, esta actúa en nuestra contra cuando no podemos canalizar el enfado, la tristeza o la frustración.
La emocionalidad disminuye dando paso a luz cuando concientizo y racionalizo la situación y la consecuencia de mis decisiones.
El momento en el que logro comprender la situación es el que propicia mi regreso a la cordura, permitiéndome tomar decisiones asertivas que me guían al logro de mis objetivos.
La invitación de hoy: Identifica tu situación y las emociones asociadas, en particular las limitantes. Concientízala y observa las decisiones que has tomado bajo su influencia. Ahora, evalúa las posibles consecuencias y veras como paso a paso la emocionalidad dará lugar a la claridad.
Todo lo mejor para ti.-