
Las medicinas que me ayudan a calmar una dolencia normalmente tienen efectos secundarios, Los calmantes tienen efectos sobre el aparato digestivo, algunos anti-inflamatorios afectan las vías respiratorias, entre otras consecuencias que parecieran causar un daño al curarnos de otro. Esto sucede en la mayoría de los casos porque las moléculas utilizadas son sintetizadas en laboratorios y distan de ser producidas por el organismo, aun cuando puedan tener los mismos efectos, mi cuerpo es inteligente y sabe que es real y que no.
Las soluciones externas a nuestros “problemas” tienen efectos secundarios que nos alejan del camino que favorece nuestro crecimiento.
La salida a las situaciones incomodas en las que me encuentro, están dentro de mí y las puedo encontrar cuando me sintonizo con Dios a través de mi corazón.
La invitación de hoy: Aprende a diferenciar las respuestas de Dios de las del ego. Sabes que las respuestas vienen de él cuando revisas tus emociones y sientes entusiasmo, tranquilidad y fortaleza, al mismo tiempo que notas la falta de miedo y las tristezas generadas por el ego que en ese momento parecen no ser tan importantes.
Todo lo mejor para ti.-