
La excelencia es una meta elusiva, una que parece alejarse cada vez que siento estar cerca. Pero al igual que la felicidad y el “éxito”, esta es algo que he aprendido a practicar en mis hábitos diarios. Al ser consciente que puedo hacerlo mejor y dar un paso más allá de lo requerido, encuentro la manera de ser mejor persona.
Al dar lo mejor de mí en cada acción, encuentro la alegría de la satisfacción y el logro.
La invitación de hoy: Solo por hoy, haz lo mejor que puedas, no te conformes con el resultado, una vez que termines un trabajo o actividad, responde la siguiente pregunta ¿Es esto lo mejor que puedo hacer?
Todo lo mejor para ti.-