
El día de ayer compartí un momento especial con amigos, luego de un momento de oración, algunas canciones y una conversación amena, de manera natural comenzamos a intercambiar experiencias de lo que cada uno había considerado un milagro durante este año que está por terminar. Cabe destacar que el grupo no era muy numeroso, lo que permitió sentir de cerca la experiencia mientras era narrada.
Cada vivencia es única y está plena de momentos mágicos y milagrosos que enriquecen nuestra experiencia.
Pudiera enumerar las 4 historias vividas y seguramente algunos estarían de acuerdo que la recuperación del chico que recibió el disparo en la columna en enero de este año y le dijeron que jamás volvería a caminar y hoy día lo hace con bastón, es mucho más “milagrosa” que la amable conversación en el vagón del metro con un agnóstico que terminó bendiciendo a su interlocutor. Puede que tengas razón, pero lo que entendí ayer es que el sentimiento de la presencia de Dios en todas las historias sobre milagros, es el mismo.
La invitación de hoy: Toma un momento del día para enumerar tus milagros del 2016. No me creas, solo hazlo y te darás cuenta que es una experiencia muy agradable. Recuerda contarnos tu experiencia en los comentarios.
Todo lo mejor para ti.-