
Lo más complicado de las metas es sentarse a escribirlas, porque esto automáticamente genera el compromiso de tener que continuar plasmando en papel el camino hacia el logro, lo que puede significar que tengamos que mirar lo complicado del reto que nos acabamos de plantear.
Perder peso, ganar más dinero, salir del país, conseguir pareja, significan que tendré que trabajar para lograrlo y esto siempre genera resistencia.
He aprendido que no es necesario tener las metas por escritos, es VITAL, ya que esto me ayuda a enfocar mis energías y también me inspira en los momentos de desmotivación, agobio o desesperanza. Así que no solo las escribo como algo por lograr, sino que también dibujo el camino para lograrlo.
La invitación de hoy: Escribe tus metas lo más específico posible, luego procede a trazar la estrategia, después lo que resta es trabajar para conseguirla.
Todo lo mejor para ti.-