Personalmente no creo en las “pruebas de Dios”, soy más creyente de los retos personales impuestos por las decisiones y aunque verdaderamente el altísimo dispone del tablero de juego, no creo que sea él precisamente quien genere las vicisitudes que atravesamos de cuando en cuando. De cualquier manera, sea Dios, el destino o nuestras propias decisiones, los retos nos forjan para tener mayor fortaleza, resistencia y sobre todo, entendimiento y sabiduría para la compasión.

Tanto el oro como los diamantes, para alcanzar su máxima pureza deben ser sometidos a temperaturas y presiones extremas, solo así alcanzan la excelencia y la perfección.

Las situaciones difíciles moldean el carácter y la complejidad de las situaciones se amoldan a las necesidades de mejoramiento que tenemos y es en este sentido que el entendimiento de lo que creemos ser (entendimiento del ego), nos brinda la sabiduría para alcanzar el camino de la iluminación hacia la excelencia, hacia nuestro verdadero SER.

La invitación de hoy: Detente por un instante del pensamiento abrumador sobre el futuro o el pasado, respira y centra tu pensamiento en una sola cosa, aquí y ahora. Observa como las situaciones o “problemas” no son tal y tienen la solución más cerca de lo que imaginas. Ahora toma las decisiones guiado por tu intuición y avanza hacia la iluminación.

Todo lo mejor para ti.-