Que si el peor año de la historia, que si malísimo, que si todos los calificativos negativos que pudiéramos darle al 2020, pero la verdad, personalmente pienso que mirarlo de esa manera es verlo de una manera egoísta. Es despreciar las oportunidades de estar en paz, las de hacer silencio, las de hacer aquello que siempre quise hacer y no pude. Es rechazar el espacio que Dios, la fortuna o el universo, nos brindó para que atendiéramos lo más importante, nuestro ser interior.

Si te quejas por lo que las decisiones de confinamiento no te permitieron hacer, entonces te perdiste todo lo que has podido haber hecho por ti mismo.

Bueno, debo reconocer que el perder seres queridos, familiares o amigos, no es un hecho agradable, pero por jóvenes y llenos de vida que estuvieran, los que se han marchado es porque les ha tocado. Ni más ni menos y si, mirarlo de otra manera, es un acto egoísta. El bienestar espiritual de otros no tiene nada que ver con la necesidad que tengamos de ellos. En otras palabras, la pregunta que debemos hacernos es ¿estoy triste porque me va a hacer falta (el que se fue)? Siempre que la palabra Yo este involucrada o implícita en la respuesta, entonces, estarás siendo egoísta.

Nos corresponde entender que el covid es solo un medio para lograr algo, del mismo modo en que lo fueron las guerras y otros eventos de índole “catastrófico”. De cualquier manera, si no hubiera sido el covid, seguramente los que han partido, se habrían ido por alguna otra razón.

No tenemos manera de saber, pero la verdad es que lo que sucede es, siempre y sin lugar a dudas, lo mejor que ha podido pasar y al dejar de verlo de esta manera, nos ocultaría la verdadera lección de estos tiempos. Es necesario prestar atención a nuestro interior y hacer trabajo para la expansión de nuestra consciencia.

La invitación de hoy: Reconduce tus pensamientos con respecto al 2020. Si continúas pensando que ha sido un mal año, no ocurre nada, ya te darás cuenta. Mientras, al menos, disfruta del viaje.

Todo lo mejor para ti en año nuevo 2021.-

Bilko Castro Arias

QAnon