Ahora bien, a que me refiero cuando llamo a este poder “Total”. Como siempre, es algo complejo de explicar ya que, además de no haber palabras para expresarlo, es un poder que se va experimentando de manera paulatina y progresiva. No, no es un poder mágico ni mucho menos algo que se manifieste de manera instantánea, aunque si algo que vivimos eventualmente, hechos que parecen fortuitos y que al mismo tiempo nos van indicando el camino que debemos seguir.

Los momentos fortuitos aparecen cuando, de manera inconsciente, sintonizamos la frecuencia correcta, aquella que vibra con lo que deseamos.

El poder total se refiere a la capacidad de permitir el flujo de la energía del universo a través de nuestras vidas, no solo referido a los deseos básicos de nuestros egos, tales como el amor o la abundancia financiera, sino a la totalidad e integridad de la energía, no la que trae felicidad, sino júbilo y gozo. Nada relacionado con emociones, ya sean alteradas o armónicas.

Toda emocionalidad, todo aquello que creemos ser, está fuera de la ecuación de este poder total.

El poder del júbilo y el gozo, supera con creces el de la felicidad y la emoción. Tal como decía al principio, es algo que debe ser experimentado únicamente a través de la consciencia. Esa que se alcanza con el trabajo continuo y disciplinado de conexión con lo que es verdaderamente importante, nuestra verdadera esencia.

La invitación de hoy: No persigas el poder total, solo permite que este venga hacia ti.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias