
En muchas escuelas espirituales y holística de este tiempo, predican cosas como “Debemos regresar al origen y recordar quienes somos en realidad”. Esto suena muy bonito, pero ¿Qué tal si no todos estamos para recordar? Tal como mencionaba en el artículo de ayer. Hay una gran probabilidad que esto que es repetido incesantemente por aquellos que, con buenas intenciones, persiguen el bienestar de otros, no sea más que un cliché, algo que enfatiza una sabiduría que se oculta a la luz de ese comentario repetido, enterrada bajo capas de pensamientos y creencias con falta de información.
La información sobre los reinos espirituales varía de manera permanente.
Y no se trata que esta información o las condiciones en el mundo espiritual cambien, lo que cambia es la consciencia de quienes la reciben y por ende, la manera de transmitirla. Es algo así como las matemáticas. Al principio nos enseñan a sumar y porque, en ese momento, simplemente no estamos preparados para asimilar conocimientos más avanzados como las derivadas o las integrales. La información es transmitida de manera tal que nuestros cerebros sean capaces de asimilarla. De esta misma manera ocurre con la información de los reinos espirituales, en los que, haciendo un símil, Ya los tiempos de las tablas de sumar han sido superados, ahora entramos en materia más profunda, lo que nos obliga a superar lo aprendido con anterioridad.
Lo que hemos aprendido no es todo lo que es, aunque suma para el aprendizaje de lo que está por venir.
El humano moderno dista mucho del humano de hace 2000 años, no solo en conocimientos científicos, filosóficos o de cualquier otra rama de la ciencias naturales o humanas. El ser humano moderno posee una consciencia expandida que le permite cuestionar la información ancestral y con sobradas razones, simplemente está listo para conocer nuevas realidades.
De lo anterior deducimos que hay más, mucho más.
Es por eso que todos estamos en la obligación de despertar, de abrir los ojos a las nuevas realidades y a la nueva información que recibimos y a la cual, por hábito, nos resistimos. Pero esa realidad, no es del todo nueva, aunque para muchos si lo sea. Algunos están para recordar, otros están para aprender y todos estamos para despertar.
La invitación de hoy: Despierta, es el momento.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias