
Bien comentaba ayer que las decisiones que tomamos, consciente o inconscientemente, son las que nos tienen viviendo la vida que tenemos. Ni más ni menos, nuestros pensamientos han regido nuestras vidas, muy por encima de nuestros deseos. Queremos un auto nuevo, pero no conseguimos el dinero para adquirirlo, anhelamos mudarnos a una buena zona pero terminamos por vivir, a vece arrimados. Algo incomprensible, pero no deja de ser un misterio que Sigue leyendo
Debe estar conectado para enviar un comentario.