Cuando tus acciones son impulsadas por la intención de logro de tu misión, la energía que emanas es extraordinariamente indescriptible. Pareciera como si te transformaras en ángel, con todas las capacidades y poderes que esto trae consigo. Como si te conectaras con la fuente infinita de poder y conocimientos que te dan la certeza de que el camino que transitas carece de obstáculos y si los hay, estos se hacen muy pequeños, tanto que llegan a ser despreciables en comparación con el propósito de tu andar.

Son pocas las oportunidades en las que disfrutamos de esta conexión y no lo son más, por el simple hecho de que nos distraemos en el camino, caemos en las trampas que nuestros egos nos tienden para permanecer en el sufrimiento y la desesperación de no saber quié Sigue leyendo
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