
Feliz viernes e inicio del fin de semana…
«Del apuro queda el cansancio», reza el dicho, en relación a que siempre que hacemos las cosas con apuros, quedan detalles pendientes por resolver, además del desgaste físico por los esfuerzos adicionales. Esto aplica a todas las áreas de la vida cotidiana, desde las gerencias más altas, pasando por cargos de menor relevancia, tareas domésticas, conducir una bicicleta, orar incluso meditar.
El cuidado a los detalles es lo que nos ayuda a lograr la excelencia en todo lo que hacemos, claro está exige disciplina y atención. Si dejamos de lado alguna de estas exigencias, entonces aparecen los apremios, se nos olvida que es turno de hacer o dejar de hacer algo y cuando recordamos, ya entramos en el apuros…
Más de este artículo en el libro de Conexión Permanente
Todo lo mejor para ti.
Blko Castro Arias
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