
De todas las herramientas que existen en el mundo para brindar servicio a los demás, El Abrazo es en definitiva una de las mejores, esto obedece a que por sobre todas las cosas, el contacto personal es la mejor manera de brindar un servicio efectivo al prójimo.
Desde pasar un brazo sobre los hombros de un amigo, hasta un fuerte y apretado abrazo con nuestra pareja, son todas maneras de expresar afecto, cercanía y por sobre todas las cosas, amor. Es en el abrazo cuando transmitimos lo mejor de nosotros ya que en ese breve intercambio, nivelamos las energías propias y de nuestro compañero, pero no la llevamos a nuestro nivel o al del quien nos abraza, sino que se genera una especie de vórtice energético que potencia a quienes participan en el intercambio, como si Dios estuviese participando también. El nivel que se alcanza es completamente indescriptible y es por esto que luego de un abrazo sincero ambas personas quedan, por encima de cualquier cosa, agradecidas.
No existen reglas o normas para el abrazo porque este es simplemente, un impulso interno

que nos lleva a tener cercanía con alguien con quien sentimos necesita nuestro apoyo o mejor aún con quien queremos compartir nuestra energía. Pero si pudiéramos decir algo sobre este tema tan sencillo y al mismo tiempo complejo de explicar, es que por sobre todo el abrazo debe ser:
- Sincero y cariñoso.
- Pedido si sientes que lo necesitas.
- Dado si te provoca darlo
De cualquier otra manera, nuestro abrazo carecerá de sentido y en lugar de dar, estaremos tomando, lo que convertiría nuestro servicio en algo personal donde ese mágico vórtice de energía que nos acerca a Dios, no existiría. Comparte hoy un abrazo sincero con alguien y comparte tu alegría con los demás.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias