
Bastante es lo que se ha comentado en este blog sobre las decisiones y sus consecuencias, de cuando nos salen bien y cuando el camino se desvía por derroteros que no esperamos. De cómo nuestra consciencia llega a ser determinante en los hechos sucesivos, más específicamente en la manera en que terminamos de vivir la experiencia.
A veces nos aterramos y sentimos que no podemos, que no tendremos los recursos para lograrlo y de repente, aparece la tabla de salvación, bueno, será así dependiendo del cristal con el que estemos viendo la situación. Otras las cosas comienzan a no parecerse a lo que queremos para nosotros y es entonces cuando empezamos a nadar contra la corriente, a querer controlar el resultado, que sea como queremos y a enfrentarnos al camino, dejamos de confiar en nosotros, nuestra fe se debilita y alejamos lo bueno que está por llegar. En pocas palabras nos negamos la experiencia de crecer. Corresponde entonces.

- Ser conscientes de las decisiones que hemos tomado y considerar sus consecuencias.
- Cuando iniciamos un nuevo camino, pareciera que las cargas que traemos se hicieran más pesadas y esto es porque así lo creemos.
- Saber que somos los creadores de nuestras realidades y si las cargas las sentimos pesadas, sabe que también las puedes hacer ligeras, incluso soltarlas.
- Mirar los hechos en perspectiva, no como el protagonista sino como el espectador o mejor aún como el Director de la obra.
- Para poder dirigir es menester enfrentarnos a la realidad de que, somos nosotros quienes vamos creando el camino con la bendición de Dios.
- Dios interviene solo cuando sabe que lo que estamos por vivir no es para nosotros, entonces cambia el curso o simplemente coloca un pequeño obstáculo para que crezcamos.
Si dudas de eso, te pregunto tal y como hizo Jesús según el Evangelio según San Lucas 11,11-13 “¿Qué padre entre ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? O, si le pide pescado, ¿le dará en vez de pescado una culebra? 11,12: O, si pide un huevo, ¿le dará un escorpión? 11,13: Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!” Sobran las palabras, solo ten Fe.
Todo lo mejor para ti.-