Nada en esta vida es absolutamente rígido. Bueno, el carácter de algunos pareciera ser algo incomprensiblemente fuerte, pero en la fábula de Esopo sobre del roble y las cañas, queda más que claro que la fortaleza no está en ser incólume ante la adversidad, tal como el roble enfrenta la viento para luego romperse, sino flexible como las cañas que ceden ante la brisa para luego retomar su posición natural.

Aquí es necesario que volvamos sobre la terquedad y la convicción. Ser inflexibles no es más que un acto arrogante proveniente del deseo o necesidad de tener la razón, la cual proviene del ego, esto nos hace ser inflexibles ante las situaciones pues necesitamos mantener posiciones que muchas veces no conducen más que a simplemente tener la razón. Luego o incluso antes de tenerla, nos sucederá como al roble de la historia que luchando contra el viento, termina por romperse.

Ser fuerte no necesariamente significa ser inflexible.

Las cañas por su parte, ceden suavemente ante la fuerza del viento que las doblega, pero al no resistirse, estás logran superarle y cuando al final se cansa, las cañas se reincorporan sin haber sufrido daño alguno.

Las adversidades son como el viento de esta historia, si nos resistimos puede que nos venza, pero si somos flexibles y nos adaptamos a las nuevas o diferentes situaciones, entonces prevaleceremos sobre la dificultad. La invitación para hoy: Determina en que área de tu vida sientes que estás sufriendo, medita sobre ello y ve en que estás siendo terc@. Recuerda que la diferencia entre la terquedad y la convicción o fe, está en la manera en cómo cada una nos hace sentir.

Todo lo mejor para ti.-