Forzando la barra.

forzando la barra
No seas terco y date cuenta de como te sientes antes de continuar presionándote.

Casi siempre nos metemos en problemas por pensar que estamos siendo persistentes, cuando en realidad, estamos siendo tercos. La diferencia entre ambos es muy pequeña, pero cuando hablamos de consecuencias, entonces esa diferencia es sustancialmente importante. Al persistir, estamos en Sigue leyendo

Confrontando a la verdad.

Obsérvate con sinceridad

La negación es una reacción natural cuando se trata de aceptar verdades, en especial cuando estas no concuerdan con mis expectativas o deseos. Mayormente mis debilidades afloran como verdades en acciones o palabras de otros y mi negativa a dar la razón refuerza el hecho que, quien Sigue leyendo

¿Persistencia o terquedad?

Sin comentarios

Insistimos en creer que somos la versión limitada de todo aquello que podemos o deseamos alcanzar, nos vamos conformando con felicidades incompletas y justificando nuestras carencias con el empeño en querer tener la razón a toda costa con cada excusa que nos inventamos, incluso Sigue leyendo

Resultado de la desconexión.

El resultado de cualquier aislamiento es alcanzar mayor consciencia.

Aislarse del mundo tiene resultados positivos, siempre y cuando los asumamos como espacios para la reinvención y la creación de nueva o más elevada consciencia. En mi caso particular, encontrar la conexión no solo a través de la escritura, sino Sigue leyendo

Avanti.

Nadie puede avanzar mirando hacia atrás o a los lados.
Nadie puede avanzar mirando hacia atrás o a los lados.

Terminada la lucha interna y sabiendo que estoy siendo perseverante en lugar de terco, no me queda mucho más por identificar pero sí bastante por hacer. Es necesario avanzar a pesar de las adversidades, especialmente cambiar mi pensamiento respecto de Sigue leyendo

Entregarse.

Déjate guiar y apoyar por quien sabe, mejor que tu, lo que necesitas. Dios.
Déjate guiar y apoyar por quien sabe, mejor que tu, lo que necesitas. Dios.

Resistirme a los designios de Dios es algo que causa mucho dolor, no solo en el espíritu, que de por sí, es una expresión equivocada, sino en mi cuerpo emocional, el del ego para ser exactos. Pero mas allá de la inconformidad o frustración que me llevan a la rabia o el dolor que termina en tristeza, mi cuerpo físico se resiente con dolores de Sigue leyendo