
Hay momentos en los que dejo de atender las cosas importantes, haciendo espacio mental y dedicando mis esfuerzos a las urgencias o temas que no son relevantes en ese instante, mayormente, asuntos pendientes que no resolví en a su debido tiempo. Estar distraído hace que me pierda lo esencial de los momentos, me aleja del ahora y me conecta con la angustia, el miedo y la frustración.
Al vivir aquí y ahora mis emociones pierden fuerza, haciendo espacio para mi comunicación con Dios.
La invitación de hoy: Evita las distracciones, no se trata de no comprar regalos, es prestar atención a la intención del momento, no es dejar de ir a fiestas, es convertir el momento un compartir genuino donde entregas lo mejor de ti y abres tu corazón a recibir lo que te corresponde. En esta navidad, presta atención y podrás ver a Dios actuando en vivo.
Todo lo mejor para ti.-