Esta es la fórmula que encontré para desarrollar algunas virtudes que siempre he tenido y parecían no existir en mi personalidad. Pasar de ser irascible y poco paciente a tener la capacidad de escuchar con atención y responder en lugar de reaccionar, parecían ser cambios inoperantes hasta que entendí que “Yo también” actúo de manera inapropiada, afortunadamente, cada vez con menos frecuencia. Si alguien me grita, recuerdo que yo también le he gritado a alguien más, si mi hijo hace travesuras, recuerdo que yo también fui niño e hice muchas en mi tiempo.

Mirar mi comportamiento errado en otros es una manera de sanar y rectificar para ser mejor.

La invitación de hoy: Mira en tu mente antes de actuar, para ello es indispensable estudiar, conocer y entender la manera cómo funcionan los egos. Mientras consigues la información, antes de reaccionar a un estímulo, respira y busca en tu memoria los eventos en que hayas actuado inapropiadamente, no con la persona de ese momento sino con cualquier otra. En el peor de los casos que no recuerdes, te habrás tomado el espacio de la reacción y propiciarás un comportamiento diferente, habrás comenzado a cambiar.

Todo lo mejor para ti.-