
Suena descabellado tener una vida sin emociones, pareciera que estuviera invitándote a vivir sin sentir, pero la verdad es muy diferente. He dedicado cientos de líneas comentando sobre los egos y como nos afectan la vida a través de la emocionalidad que desatan cuando vibran inarmónicamente, también en cursos, talleres y disciplinas holísticas, nos empeñamos en minimizar su actividad. Al mismo tiempo nos mantenemos conectados con la emocionalidad de la vida, esto es contradictorio.
Acabar con el ego significa terminar con la emocionalidad y el mundo de la dualidad en el que vivimos. ¿Estás listo para vivir una vida libre de emociones?
La invitación de hoy: Haz el ejercicio de imaginar tu vida sin egos, dueños de las emociones, al tiempo que te das cuenta de la lucha que mantienes por no dejar de sentir, esto lo ves cuando sufres por el fallecimiento de alguien o por las acciones de otros. Date cuenta de la contradicción y cuéntanos tu experiencia en los comentarios.
Todo lo mejor para ti.-
Sin emociones la vida es plana…
Sin ego, la vida es sencilla.
El ego es lo que complica a veces nuestras emociones.
Abrazo!
Hola Awilda, muchas gracias por compartir. Las emociones son la manera en que el ego se manifiesta. Sin egos no hay emociones y cuando esto ocurre, entonces hay espacio para el Alma y la conexión con Dios es directa. Justificar las emociones es querer vivir en el ego. La vida sin emociones es mucho más plena, solo que nos da miedo vivir sin ellas y esto también es responsabilidad de los egos.