
Este sentimiento es muy engañoso, por mucho tiempo me hizo explotar, por las mismas razones que a veces me hacían sentir triste, “las cosas no salen como yo quiero”, pero en otras, pasa desapercibido creando un peso que va creciendo de a poco. El problema, ya lo puedes imaginar, una bomba de tiempo que al explotar causa mucho daño, haciéndome perder el control de mi y con ello, amistades, oportunidades y afectos importantes.
La rabia, se manifiesta de muchas maneras, gritos, llanto, entre otras y la mejor manera que he encontrado para descargar la energía de esta, es la actividad física.
El asunto no es evitar la rabia, sino aprender a drenar sin acumulación: Diciendo lo que se siente, especialmente si me incomoda, expresando ideas y manifestando lo que no me gusta, por último y no menos efectivo, asumiendo que si las cosas no están como yo quiero, es por mis propias acciones.
La invitación de hoy: Identifica tus niveles de rabia acumulada a través de las reacciones que tienes durante el día. Si eres de los que dice cosas como “Es que yo tengo un carácter muy fuerte…” sabe que tienes tarea por hacer, empieza por programar algo de ejercicios. Tu corazón y tu sistema digestivo te lo agradecerán.
Todo lo mejor para ti.-
Yo cuento siempre hasta diez.
Gracias Junio por compartir y comentar.
Yo a veces debo contar hasta 100 – 480 – 725 – 1000.. Bueno, depende jajaja..
excelente propuesta para dar solución a una experiencia muy común en la sociedad.
mi mejor abrazo
Gracias Romeo por el comentario y por aportar.
Éxitos
Bilko