
A cada instante hay oportunidad de aprender, puede ser en plena acción o a posteriori, la lección está a cada paso del camino. Aprendí esto al convertirme en padre, ver con claridad las situaciones y poder transmitirla a alguien más ha sido una experiencia indescriptible y a la vez, muy emocionante. Lo más gratificante es ver la cara de mi hijo y la consecuente pregunta sobre el tema, mayormente un ¿Por qué tal o cual cosa? en otras es su análisis lo que me sorprende, lo que me brinda una mirada fresca a lo que pensaba conocía muy bien. Aprender a escuchar y aprender a aprender de él, es simplemente extraordinario.
Ser niños dista mucho de ser inmaduro. Se parece más a tener el don de la inocencia y asombro que me permite aprender de todo.
La invitación de hoy: Deja de ser sabelotodo y reconoce que hay cosas que no has visto, en tu casa, en el barrio, incluso en el cielo que ves a diario, en todas partes. Aprende y vive, solo requieres un instante de reflexión.
Todo lo mejor para ti.-