La fuerza de mi padre me inspira desde siempre. Orden, disciplina, constancia y respeto por los demás, son solo algunas de las lecciones que aprendí desde temprano. Aun haciendo cosas que a mi entender, no son correctas o adecuadas, mi papá continúa mostrándome el camino hacia la felicidad, invitándome a hacer lo propio con mi hijo.
El poder del padre no radica tanto en su fortaleza física, como en la de carácter, ese que me muestra el camino modelando valores.
Gracias a mi papá por tanto y feliz día a los padres que han sido hombres al estar para sus hijos.
Todos lo mejor para ti.