En mi afán de ser feliz caigo en la trampa de perseguir señuelos, creando situaciones o escenarios que simulan, con mucha credibilidad, momentos de alegría y entusiasmo, los cuales soy incapaz de reproducir. Es difícil diferenciar la estas simulaciones del verdadero camino, de cualquier manera, todas terminan por dejar lecciones claras que, de aprenderlas oportunamente, me llevarán a por un camino menos complicado y con balance favorable hacia la felicidad más que hacia la desilusión.

Mientras Hagamos más por evitar el dolor que por atraer la alegría, viviremos evadiendo, involuntariamente, la tan anhelada felicidad.

La invitación de hoy: Determina exactamente lo que SI quieres, esto te pondrá en la pista y acabará con las ilusiones que solo te ayudan a evitar el dolor. Ten presente que saber lo que no quieres ayuda, pero no es la solución.

Todo lo mejor para ti.-