
Eso te de ser disciplinado es algo que requiere mucha fortaleza y voluntad para esos momentos en los que la vida se ensaña de tal manera, que los ánimos caen y las ganas simplemente cambian el rumbo, pasando de querer ir al gimnasio a no querer moverme del sofá. Pero por mucha fortaleza el desánimo tiene sus triunfos. Nada de preocuparme, siempre y cuando el desgano no se instale como un hábito.
La disciplina debe ser flexible y sin rigor, caso contrario se transforma en algo pesado e incómodo.
Ciertamente hay días en los que sentimos que debemos descansar, alejarnos del ejercicio, pausar la escritura o el trabajo, es sano para el cuerpo y la mente. A lo que no podemos darle mucho espacio es al ocio y la desidia, caso contrario, nos iremos alejando del logro casi sin darnos cuenta.
La invitación de hoy: Obedece a tu cuerpo e intuición, si tienes sueño, duerme, si tienes hambre, come, si estás cansado, descansa, pero jamás te rindas.
Todo lo mejor para ti.-
Muchas Gracias!! Muy válido este tip, ya que en caso contrario podría ser víctima de la exigencia y de la culpa, más que de la disciplina… Buen aporte…