
El último año de la segunda década del siglo XXI llega a su fin. El tiempo sigue su paso inexorable y yo, como ser humano, me mantengo en la consciencia para darme cuenta de su paso y como aprovecho sus fracciones, mientras que, al mismo tiempo, atiendo a la mayor cantidad de información que hay en mi entorno. Esto es mantenerse en el presente, el único lugar donde puedo solucionarlo todo, escuchando la voz de Dios.
El tiempo pasa volando solo cuando vivo perdido en mis pensamientos sobre el pasado o el futuro.
El tiempo no se acaba, solo transcurre y las mediciones establecidas, nos sirven e hitos para incentivarnos hacia el logro de aquellas cosas que deseamos y convertimos en metas.
La invitación de hoy: Convierte tus intensiones de años nuevo en metas para el 2020.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro A.