
Cuando atravesamos situaciones incómodas solo tenemos dos opciones (aunque algunos dirían que una). Quedarnos en la lamentación o resurgir luego de haber atravesado el calvario de las vicisitudes. Ambas son más que válidas, pero es importante reconocer que tienen su momento. La lamentación es, la acción reflejo, como cuando el médico te golpea los tendones de la rodilla y esta se mueve sin tu haberlo ordenado, por otra parte, el resurgir es una respuesta consciente inspirada por la certeza y la autoconfianza.
Solemos quedarnos en las lamentaciones, generando estados de confort verdaderamente incómodos, a los cuales nos acostumbramos con el tiempo, haciendo más complicado el avance.
La invitación de hoy: Es tiempo de identificar los momentos en los que te encuentras, de esta forma podrás llevar a cabo las acciones (lamentarte y quejarte o salir hacia adelante) de forma tal que nos permitan avanzar.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias