
Estas son la consecuencia de la resistencia, consciente o no, a los cambios que hemos propiciado en nuestro entorno. Pero estas no son del todo malas, si las vemos desde una perspectiva que esté por encima de nuestros egos, podremos percibir, que más que una molestia, representan un impulso enorme. No se trata de utilizarlas como excusas para no hacer, sino como motivos para hacer más y mejor.
Salir del área de confort nos enfrenta a nuevas realidades que ocasionarán resistencia y consecuentemente incomodidades.
Todo aprendizaje generará incomodidad, la que es propia del adaptarse a nuevas maneras de hacer las cosas. La incomodidad será mayor, en la medida que estés acostumbrado a hacer actividades por largos períodos de tiempo. Por ejemplo, si llevas años de vida sedentaria, comenzar a hacer ejercicios será toda una batalla, incluso hacerlos será una tortura, siempre y cuando no tengas la motivación necesaria para ello.
La invitación de hoy: Observa tu realidad y no esperes llegar a estados críticos para actuar, puede que esto también te haga sentir incómodo al generar pensamientos de reproche por no haber comenzado antes. Recuerda el proverbio, Lo que para luego se deja, para luego se queda.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias.
Reblogueó esto en EL ECO DE TUS PALABRASy comentado:
OK. Gracias
Un placer servir.