Ya que mencioné el tema de las conspiraciones, considero oportuno comunicar mi posición ante estas, así como mi posición ante algunos eventos que, disfrazados de virtud, contribuyen al caos social.

Comenzaré por el principio. Desde mi perspectiva he podido acceder a información que corrobora mucho de lo que se ha venido publicando últimamente en las redes sociales, específicamente, lo concerniente al cambio de consciencia planetario. El cambio de la humanidad parte por el principio del desprendimiento de aquello que cree ser, para poder avanzar hacia lo que verdaderamente es. Esto supera con creces la trillada frase, repetida por infinidad de personajes de todo tipo, desde los verdaderamente comprometidos con el proceso, hasta los charlatanes (siempre se nota quien lo dice con intenciones inapropiadas). “somos seres de luz teniendo una experiencia física”. Aunque concuerdo en gran medida con ella, también estoy convencido que la misma, se queda corta con la realidad que nos espera.

No, no nos transformaremos en rayos de luz una vez que finalice esta experiencia, lo cual debería suceder en el futuro cercano.

Para que suceda lo anterior requerimos, todavía, realizar mucho trabajo espiritual y de consciencia, también de servicio y contribución a otras humanidades y hecho esto, pues habrá que seguir haciendo más y más hasta alcanzar la iluminación verdadera. Mientras, dejaré con el hecho cierto que, aun hay trabajo por hacer en este presente, no solo por o para nosotros mismos, sino por quienes nos acompañan en este recorrido, incluido el planeta tierra. En tal sentido, he percibido veracidad en mucha de la información impartida, incluso más allá y aunque no soy vidente ni puedo predecir el futuro (cosa que a ciencia cierta, nadie puede), pero si hay probabilidades de que mucho de lo que se predice, suceda y más temprano que tarde.

Pero, así como hay temas de consciencia, también están los temas de oscuridad.

Ahora vamos al segundo aspecto, mi posición ante el uso de la bondad como una herramienta de manipulación a la que, al parecer, muchos están dispuestos a seguir ciegamente y sin cuestionamiento alguno, lo que los convierte en blancos perfectos para la manipulación extrema. Cada movimiento que promueve el bien de algún colectivo (mayormente calificado como minoría), se transforma en caldo de cultivo para desvirtuar el mensaje y promover nada más y nada menos que el caos.

Movimientos como el LGTB y el más recientemente creado BLM, terminan por transformarse en banderas que tergiversan la aceptación transformándolos en células de anarquía, como siempre, disfrazadas de virtud.

Sobrará quien malinterprete el mensaje. De todas maneras, me tomo las siguientes líneas para aclarar, la aceptación de las diferencias es la calve de la supervivencia de esta humanidad, no así el uso de estas banderas para la destrucción y el desorden radical en nombre de la diversidad. Esto es, como bien dije en el artículo anterior, justificar el mal disfrazándolo de virtud, lo que en si mismo es una acto vil e inescrupuloso.

Es aquí donde las teorías cobran veracidad, en el hecho que, hay grupos creando el caos a costa de movimientos ingenuos, hambrientos de atención y por supuesto, de capital.

La invitación de hoy: Se observador atento de lo que ocurre a tu alrededor y verifica que, tus acciones no son promovidas por malvados disfrazados de ángeles, cubiertos con el manto de benefactores que, al final solo persiguen su propio bienestar sin importar el resto.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias

QAnon