
La confianza en sí mismo, es un factor primordial a la hora de realizar cualquier actividad, especialmente aquellas para los que no nos sentimos capacitados o preparados. En esos casos, tenemos que dar lo llamamos saltos de Fe o de confianza. Como esos que nos invitan a hacer cuando estamos en algún taller de liderazgo o de integración de equipos.
Los saltos de fe normalmente están precedidos por ansiedad y un miedo pocas veces controlable.
Para la mayoría de las situaciones, nos consideramos personas de FE y esto obedece a que, de alguna manera, sentimos que tenemos control sobre el evento que estamos a punto de vivenciar. La angustia aparece justo cuando dudamos de nuestra capacidad y el poco o mucho control que teníamos programado en nuestra mente, se desvanece como por arte de magia. En la mayoría de los casos, La duda, propicia la ansiedad que da paso al miedo y posteriormente al fallo del sistema. Para algunos pocos esta adrenalina impulsa acciones no preparadas, pero no se trata de la mayoría de los casos.
Los miedos internos y enemigos ocultos siempre logran sabotearnos de manera permanente.
Los saltos de fe son asaltos de confianza inquebrantable que nos llevan a logros extraordinarios, son momentos plenos de entusiasmo (que significa Tener a Dios por Dentro) indescriptible, donde somos capaces de creer sin ver, es cuando se tiene certeza absoluta y plena en el éxito que estamos por lograr.
La invitación de hoy: Ten siempre presente que estar atentos en una manera de saber si actuamos con Fe o influenciado por los miedos. De cualquier manera, la meta es superar al miedo y si es con Fe, pues mejor.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias