
Estoy seguro que te ha ocurrido, eso que has estado convencido que algún evento sucedería y después, nada ocurrió, al menos como tu esperabas. Acto seguido, apareció la rabia y la frustración, quizás hasta la tristeza.
Somos propensos a olvidar el hecho que, una vez ocurrido un evento contrario a nuestros deseos y transcurrido un tiempo (indeterminado que dependerá del nivel de frustración generado), al mirarlo en retrospectiva, vemos el resultado de aquel evento, como la mejor opción que pudo haber ocurrido. Pero no somos conscientes de este hecho, al momento, nos embargan las emociones y en cierta forma, nuestra fe, desaparece.
Cuando las cosas no están o suceden de acuerdo a nuestro plan, es el momento para desarrollar nuestra capacidad para tomar la distancia suficiente que nos permita reconocer la posibilidad de que no estuviésemos mirando el panorama completo.
Al adoptar una actitud desprendida, quitamos las vendas de los ojos. Entonces, se hace más sencillo establecer la conexión con nuestra Fe y en consecuencia, podremos hallar las respuestas y cualquier otra cosa que necesitemos.
Cuando estamos conectados con los egos, somos capaces de apreciar el 1% de nuestro entorno, perdiéndonos el restante 99% el mundo de todas las posibilidades
Al estar conectados con el 1% difícilmente podremos acceder a las respuestas, posiblemente ni siquiera queramos ir hacia ellas y al resto de la información que se encuentra en el campo de todas las posibilidades. Ese lugar donde Dios nos habla con mayor fuerza y claridad. Por esto se hace necesario desarrollar nuestra espiritualidad de la manera en que mejor se ajuste a nuestros gustos y creencias. Eso sí, con mucha Fe.
Hay un lugar dentro de nuestra conciencia donde podemos saber el resultado de cualquier situación. Probablemente cada uno de nosotros ha sentido esto, pero muchas veces nos quedamos estancados viendo sólo lo que está en el ámbito físico, en lugar de intentar conectar con el conocimiento en el ámbito superior.
Se trata de ampliar o elevar el nivel de nuestra consciencia para poder alcanzar la sabiduría (no tanto el conocimiento) necesarios para acceder a las respuestas. Podemos orar, escanear la biblia, compartir información, servir a alguien más, tantas cosas que hay por hacer.
La invitación de hoy: Date cuenta del lugar en el que te encuentras, Si estás estancado en el ámbito del 1%, o avanzando hacia el espacio de todas las posibilidades. O vivimos en el mundo del ego, lleno de preguntas o vivimos en el mundo de la certeza, el de las respuestas. O vivimos en un mundo sin información o vivimos en un mundo con infodemia (exceso de información). Para todos en el camino espiritual, el objetivo es dejar el mundo de la duda y alcanzar el mundo de las certezas, el de la fe. Y con ella acceder al mundo de las respuestas, al mundo de los sueños.
Todo lo mejor para ti
Bilko Castro Arias
QAnon