
Ya sabemos que nuestras acciones de servicio tienen un alcance inconmensurable, pues desconocemos las dimensiones verdaderas de las mismas en el corto, mediano y largo plazo, así mismo, desconocemos por cuanto tiempo inciden en la vida de los beneficiarios de dichas acciones. Sin importar el resultado, especialmente si este es adverso a nuestras expectativas, el impacto de un servicio se puede medir en proporción directa a la intención impresa a la acción. Sigue leyendo
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